A.) El Señor de Sipán
Observa
detenidamente la siguiente iconografía y el vídeoIndudablemente, es una escena compleja, de esos personajes que intervienen se ha identificado al personaje “A”, ¿quiénes serán los demás personajes? ¿qué dices?
Vídeo : Iconografía mito o realidad
En el siguiente video el arqueólogo Christopher Donnan, uno de los máximos conocedores de esta cultura, explica la relación que existe entre la iconografía denominada “Ceremonia del sacrifico” o presentación y los personajes hallados en el Complejo arqueológico Huaca Rajada – Sipán.
Más datos sobre el tema
El Señor de Sipán, es uno de los 16 noble encontrados en Huaca Raja Sipán y es el más conocido a nivel mundial. Es descrito por su descubridor el arqueólogo Walter Alva como la máxima autoridad de la sociedad Moche, en su espacio cultural determinado. “Estamos hablando entonces del Señor étnico del valle de Lambayeque que en vida manejó los destinos de esta región entre los siglos II a III” (2007, p. 116). Advertimos que estos datos han variado con los últimos descubrimientos desarrollados, a partir del 2007 al 2012.
Volviendo al tema, Alva indica que el Señor de Sipán al parecer ejercía triple autoridad: jefe político, militar y religioso; era quien presidía posiblemente los rituales mágicos religiosos, según lo demuestra la iconografía.
Alva, indica que su estructura corpórea era equilibrada, no musculosa como la de sus acompañantes varones. Sus huesos no tenían indicios de que hubiera desarrollado una gran musculatura. La parte posterior de su cráneo fue aplanada, un hecho común entre los moche, debido a la práctica de amarrar a los bebes a cunas de madera plana.
Tenía una pequeña caries, pero en general sus dientes estaban en buenas condiciones y mostraban poco desgaste, en comparación con otros moches adultos de más de treinta años de edad. Pareciera que este personaje tuvo una mejor dieta, quizá comía alimentos cuidadosamente preparados para que no tuvieran mucho material abrasivo.
Su muerte probablemente fue por epidemia o enfermedad, pues los investigadores no encontraron indicios de muerte violenta, murió a una “edad adulta entre los treinta y cinco y cuarenta y cinco años” (Alva, W. 2007, p. 75), tenía una estatura aproximada en 1.66 metros, gozaba de buena salud, salvo una “incipiente artritis en la columna vertebral”.
La Tumba del Señor de Sipán.
El
ajuar funerario Lo encontrado en la cámara funeraria del Señor de Sipán vislumbra al mundo por los ornamentos encontrados, situación que la cataloga como una de las tumbas más ricas del mundo. Sin embargo lo que poderosamente llama la atención es la cantidad de cuerpos humanos que fueron enterrados al lado del Señor de Sipán. Al parecer este grupo de gente sepultada con el Señor de Sipán correspondería a su sequito, que se inmoló honrosamente con su Señor. Walter Alva al respecto señala lo siguiente: “probablemente, los restos humanos descubiertos pertenecían al sequito del Señor que debía acompañarlo en la muerte como un suceso normal en las costumbres y creencia de muchos pueblos de la antigüedad” (2007, p. 93).
Otros datos interesantes sobre la Tumba del Señor
de Sipán nos la brinda también página web del museo, donde se describe que:
El ataúd de madera del Señor
estaba rodeado por 8 acompañantes, un gran séquito de cuerpos que rendía honor
a su elevado rango, estos eran: dos mujeres jóvenes, su esposa, un niño, un jefe
militar, el portaestandarte, el vigía, el guardián de la tumba, dos llamas y un
perro.
El Señor de Sipán, al momento
de su descubrimiento, poseía tres pares de orejeras de oro con incrustaciones
de turquesa a ambos lados, el principal par posee una imagen miniaturista
representando al mismo Señor flanqueado por dos guerreros, los otros dos pares
de orejeras halladas tienen la representación del venado y del pato pico de
cuchara.
Además de estas exquisitas y
magníficas joyas, en la tumba se encontraron numerosos estandartes labrados en
cobre al igual que un collar de discos de oro, invaluables joyas y ornamentos
que determinaban el rango superior que poseía en su época.
En la Tumba del Señor de
Sipán, se registraron aproximadamente 451 objetos unitarios o conjuntos entre
ornamentos, tocados, vestimentas y ofrendas que cubrían y subyacían a los
restos óseos del Señor.
Los pies del Señor, estaban
calzados con sandalias de plata, orientados hacia el norte cardinal y la cabeza
dirigida hacia el sur. A ambos lados de la cámara funeraria se encontraron un
total de 209 vasijas de diversas formas, representaciones, tamaños y acabados;
distribuidas en las hornacinas laterales y central sur como en los espacios
entre los ataúdes.
Exquisitas joyas del Señor de Sipán
Observa Te invitamos a observar el siguiente vídeo, con el fin de apreciar los ornamentos y personas encontradas en la cámara funeraria del Señor de Sipán, luego haz clic cada una de las imágenes y descubrir el significado de las magníficas joyas del Señor de Sipán, que nos muestra y evidencia complejos conocimientos en metalurgia, técnicas de soldadura, engrampe y repujado.
Impresionantes joyas del Viejo Señor
El Viejo Señor de Sipán, fue enterrado con
aproximadamente 56 piezas de oro y decena de ornamentos de plata y cobre que
cubrían a este personaje de la dinastía Sipán . Veamos algunas de sus joyas:
- - Hombre
felino: imagen de la deidad felínica con cuerpo de hombre.
Se encuentra coronada por la gran serpiente celestial bicéfala que
simboliza el cielo, otra serpiente-ave sobre la cabeza representaría la
tierra y una tercera serpiente (en la frente) simbolizaría el mar.
- - Hombre
cangrejo: imagen de la deidad “hombre – cangrejo” en cobre
dorado. El personaje tiene un collar de siete cabezas de búho, ojos
expresivos con incrustaciones de caracol blanco y piedra roja, colgajos en
las orejas y tocado semilunar con dos volutas al costado.
- - Collar
de arañas: de diez piezas de oro que representan arañas
llevando en el vientre el rostro de un personaje. Cada una de las piezas
lleva en su interior tres cascabeles de oro para producir sonido. En el
reverso aparece en relieve tres serpientes erizadas de cuerpo dentado y
cabeza de ave.
- - Collar
de cabezas de anciano: collar completo de diez cabezas de
oro. Se confeccionaron mediante dos tapas soldadas con plata y los ojos
debieron llevar también aplicaciones orgánicas, ahora desintegradas. Este
collar debe de haber formado el tercer collar áureo del Viejo Señor.
- - Nariguera
del búho: nariguera de oro, plata y turquesa,
representando su posible imagen miniaturista con armas y tocado de un búho
con las alas abiertas. Las plumas de metal vibran al movimiento.
C.) El Sacerdote
Sobre este personaje, las investigaciones de Walter Alva y su equipo
de arqueólogos nos describen que en la Tumba del Sacerdote, se
hallaron a dos mujeres jóvenes que lo flanqueaban, un guardián sin pies
sepultado en un ataúd de caña; también se encontraron dos ataúdes mas uno de
ellos contenía el cuerpo de un hombre joven. Otro ataúd más pequeño contenía un
niño, un perro y una culebra. En la tumba igualmente se encontró una llama sin
cabeza.
El personaje principal de esta tumba,
denominado el Sacerdote fue hallado en un ataúd de caña desintegrado sujeto con
tiras de cobre de 0.95 metros x 1.85 metros envuelto en una tela roja
descompuesta.
Este varón adulto hallado y de acuerdo a los
exámenes realizados tenía entre 35 y 45 años de edad, habría medido 1.60 metros
y sus huesos, de fuertes inserciones musculares, no exhibían signos de
enfermedades o malnutrición.
Por su gran tocado de lechuza y la copa de cobre
junto a la mano derecha, ambos objetos utilizados en las ceremonias de
sacrificio y representados en el arte mochica, estamos hablando de lo que pudo
ser el Gran Sacerdote de Sipán, que vivió en los años 220 d.C.
Joyas del sacerdote - -
Orejeras de cobre dorado: juego
de orejeras de cobre dorado, oro y turquesa. Sobre el mosaico de turquesa
se adicionó una fina lámina circular de oro con relieves granulares y una
pequeña cabeza central del mismo metal repujado representando un rostro de
ojos almendrados, boca replegada y orejeras fijadas, mediante diminutos
clavos y grapas.
- -
Collar de caras alegres: collar
de cobre dorado, representando nueve cabezas humanas sonrientes que simbolizarían
la vida. Los dientes son de incrustaciones de concha tallada y engastada,
una pronunciada nariz y la frente arrugada sugieren el rostro de un
anciano.
- -
Copa ceremonial: copa de
cobre dorado con tapa, encontrada en la mano derecha del Sacerdote. Fue
utilizada en las ceremonias de sacrificio.
D. )El Noble Guerrero Mochica (Tumba 15)
Este personaje ha sido identificado como un
noble guerrero, que posiblemente en su tiempo se da origen a la dinastía
de los Señores de Sipán. Sobre este personaje se cree que al momento de su
muerte tenía 21 años y posiblemente fue contemporáneo con Cristo, las futuras
investigaciones avalarán o desestimaran esta hipótesis.
Los resultados parciales de investigación de
esta tumba, han sido revelados en la página web de la Unidad
Ejecutora Naylamp (http://www.unidadejecutoranaylamp.gob.pe),
sobre el personaje de la tumba 15 nos indican lo siguiente:
Al momento de su muerte era un
joven fuerte de 21 años, con una estatura de 1.65 metros, no se detectado
evidencias de enfermedad o patología como posible causa de muerte.
Los Ornamentos hallados dentro
de la Tumba número 15, aunque no son numerosos, si reflejan las funciones de
guerrero dentro de la jerarquizada sociedad Mochica en los inicios de la
ocupación de Sipán; en la iconografía representada en vasija, arquitectura u
otros soportes se puede ver a personajes jóvenes portando objetos muy parecidos
a los de esta tumba, desarrollando combates rituales.
(…) Por otro lado, Los objetos
que han permitido esbozar la idea de un guerrero son una punta de lanza o
remate de porra y un escudo circular recubierto con pequeñas placas de cobre
dorado. Estas insignias militares (puntas de lanza, porras desarticuladas y en
algunos casos escudos de metal), se muestran en el Viejo Señor de Sipán, el
Sacerdote – Guerrero y las tumbas 05, 08, 09; así como el acompañante del Señor
de Sipán, todos estos últimos personajes ligados a funciones militares. En
cuanto a los cascabeles que decoraban el cinturón del personaje de la Tumba 15,
le permitiría distinguirse al momento de desplazarse o realizar algún combate
Lectura:
La presencia del búho como divinidad protectora
La divinidad búho, hace su presencia casi en
todas las tumbas encontradas en Sipán. Aparece desde la tumba del Noble
Guerreo, que al aparecer es la más antigua (siglo I d.C.) hasta la tumba del
Señor de Sipán (siglo VI d.C). Al respecto Luis Chero (2012, p. 22)
manifiesta lo siguiente:
Ave relacionada con el inframundo
poseedor de una virtuosa visión y relacionado a rituales de
sacrificio. Así mismo la presentación de este animal en sus objetos
personales le confiere la protección y representatividad de la divinidad búho
tanto en mundo de los vivos como en el inframundo.
Con la recurrencia del búho en
estas tumbas podemos referir que todos los personajes enterrados con algún
referente de este animal, compartirían un estrecho vínculo con actividades
mágico - religiosas, pues debido a la magnífica visión nocturna y la
peculiaridad de observar su entorno con mayor amplitud, se
convierte en el mejor aliado para guiar el viaje de los muertos.
Algunos investigadores han
abordado el tema de la importancia de la sacralidad que le confieren a la
“Divinidad Búho”, identificándolo como guardián y señor de la noche, el
“Guerrero Búho” habita las entrañas de la tierra, rige los destinos del mundo
de Abajo y “era responsable por el crecimiento de las plantas” en cuyo nombre
se habría realizado sacrificios humanos¨ (Makowski 1996)
. E.) Sacerdote-Guerrero: (Tumba 14)
Que correspondería, según el arqueólogo Luis Chero, al cuarto personaje del
tema iconográfico denominado “La Presentación” o al personaje “D”. Este
personaje fue descubierto al reiniciarse las investigaciones en el 2007.
Para conocer quién fue este personaje denominado Sacerdote – Guerrero, a
continuación reproducción lo que su descubridor nos explica:
los datos que se obtuvieron
indican que la tumba pertenecía a un individuo de sexo masculino, de 30 a
40 años de edad, es decir un adulto medio, con una estatura de aproximadamente
1 m. 64 cm., no se detectó ninguna evidencia de enfermedad o patología
como causa de muerte, solo se observaron labiaciones u osteofitos moderados en
algunas vértebras. El severo desgaste dental, estaba acentuado en los dientes
superiores e inferiores del lado derecho del rostro, hecho que puede deberse a
una patología por lesión en la articulación temporo-mandibular o a factores
culturales como la masticación de coca como parte de sus actividades rituales
en vida.
Es interesante resaltar que la
tumba 14, muestra el mismo patrón de enterramiento de Sipán en las últimas
etapas de la fase mochica medio (cámara funeraria), compartiendo con el Señor
de Sipán y Sacerdote la cualidad de haber sido enterrado en un elaborado ataúd
o sarcófago de madera reservado para los personajes de más alto
rango. El ajuar funerario evidencia la jerarquía del
personaje, siendo los ornamentos, emblemas, atuendos y trajes rituales, los que
reflejarían las actividades, funciones y posición social en la nobleza mochica,
resaltando el uso de metales como el cobre, en menor escala el cobre plateado y
sólo dos objetos de oro (nariguera semilunar y pequeña masa colocada cerca a la
boca). La disposición de los objetos refleja el concepto del dualismo, donde el
oro y la plata representarían el sitial de este personaje en el mundo
espiritual.
Entre los ornamentos de
poder se nota la preponderancia de tocados y diademas, mientras que las
narigueras se muestran en menor cantidad. Los motivos representados
esencialmente se vinculan al tema del “Hombre-búho”, asociado a las
funciones religiosas, político-militares, razón suficiente para estimarlo como
un “Sacerdote-guerrero”.
En el aspecto tecnológico,
para la confección de los ornamentos se recurre mayoritariamente al uso de
grapas y láminas caladas y repujadas, existiendo pocos ejemplares con empleo de
soldadura metálica. Como materiales excepcionales y exclusivos deben
mencionarse las vasijas metálicas representando personajes y la imagen en cobre
sólido del “Hombre-búho”, trabajada con la técnica de la cera perdida. (Chero
2012, p. 33, 34)
F.) Señor Guerrero (personaje de la tumba 16)
El Señor Guerrero conocido también como el
"Guerrero del pututo" o personaje de la Tumba 16, fue encontrado por
el equipo de arqueólogos de investigadores que dirige Luis Chero, quien reporta
que la osamenta del personaje fue analizada por el Antropólogo físico Mario
Millones cuyos resultados indican lo siguiente:
este personaje sería un varón,
tendría unos 35 a 40 años de edad y 1.67 m de estatura al momento de su muerte.
Su contextura es robusta posiblemente por la función de guerrero que cumplió en
vida. Hasta el momento no se evidencia ninguna enfermedad o patologías que pudieran
haber contribuido a la causa de su muerte. (2012, p. 31).
Al parecer este personaje, aparece graficado
en las iconografías moche, portando un pututo, elemento ancestral
utilizado en ceremonias religiosas y militares. Los arqueólogos
están convencidos que habría sido un jefe militar de la dinastía Sipán.
Entre los atuendos encontrados aparte del pututo
de 13 cm. aprox., destaca un cetro en forma ovoide, dos estólicas y un pectoral
en forma de sol radiante con terminaciones en cabeza del pez life o pez gato.
Al respecto se ha indicado que este pectoral es parecido al encontrado en la
tumba del Viejo Señor de Sipán, la diferencia es que fue elaborado con conchas
marinas.
Según Walter Alva, el
personaje principal de la tumba 16 probablemente estuvo adscrito a los rituales
más importantes y formaba parte del entorno de los señores Sipán. Esta última
es la denominación que comprende a los personajes de élite hallados en el
mausoleo de Huaca Rajada, como el Señor de Sipán [1.600 años de antigüedad], el
Viejo Señor [1.500 años de antigüedad] y dos sacerdotes guerreros de 1.700 años
de antigüedad. (…)
En el mencionado contexto funerario también se
hallaron armas de guerra, un cetro y otros emblemas propios de un personaje del
más alto rango. Quizás un aspecto importante de la jerarquía de este hombre sea
el hecho de que fue enterrado en el entorno de la tumba de élite del Señor de
Sipán. A menos de diez metros de este gobernante mochica (El Comercio
7/08/2010)
Importancia del descubrimiento de las Tumbas Reales de Sipán
Sin lugar a dudas el descubrimiento de las Tumbas
Reales cambio la historia del Perú milenario en la costa norte, se replantearon
las afirmaciones que se tenían principalmente sobre la cultura mochica.
Además, era la primera vez que se descubre en
nuestro país los restos de un jerarca o alto dignatario prehispánico, con todos
sus atavíos y riquezas. Hasta ese momento la idea de grandes señores y altas
civilizaciones sólo se tenía referencia por las crónicas, quienes aludían y
resaltaban con mayor fuerza a los incas.
Además, del movimiento económico que genera
producto del turismo, el descubrimiento de las tumbas Reales de Sipán es
importante, entre muchas cosa, por lo siguiente:
- Demostraron que la organización política y social de la
cultura Moche es sumamente compleja incluía a una clase de nobles
con distintos rangos o jerarquías que ejercían el poder, en su respectivo
valle o señorío. Además, el entierro de estos personajes con una serie de
vestimentas y ornamentos ostentosos son señal de la existencia de
artesanos altamente especializados. Krzysztof Makowski (2008, p. 88)
refiere que “El hallazgo de las tumbas de Sipán proporcionó argumentos
contundentes para reconocer que la sociedad de la costa norte alcanzó
niveles de complejidad social y política comparables con los mayas o
aztecas, a pesar de la inexistencia de la escritura”
- Water Alva (2010, p.179) nos indica que con el descubrimiento
de las Tumbas Reales de Sipán se verifica la correlación entre el discurso
y iconográfico y los bienes de rango y mando usados en vida, además señala
que:
Dicha correlación brinda una
clave definitiva para identificar el nivel jerárquico de cada uno de los
personajes en su correspondiente contexto temporal y reconocer en los cambios
formales las innovaciones en la organización, pensamiento religioso y estilo.
La etapa culminante de esta sucesión dinástica y creciente jerarquización está
representada en el probable orden siguiente:
- El Señor o
“Siec” en la cúspide del poder local con una triple autoridad: militar,
religiosa y civil, representado por los símbolos «radiantes» o «solares»,
numéricamente asociados al factor decimal.
- El Sacerdote con
rango y funciones estrictamente religiosas vinculadas al culto lunar.
- Jefes militares
y/o caballeros”, reconocibles por atuendos, armas y emblemática.
- Dignatarios
civiles, asistentes religiosos y “soldados” o “Guardias” adscritos a las
específicas funciones anteriores.
- Artesanos y
especialistas, probablemente pertenecientes a grupos familiares o castas.
- El pueblo común
ocupados en actividades productivas diversas.
- “Yanas” o
servidumbre asignada a los anteriores estamentos.
- Las Tumbas Reales de Sipán alteraron también nuestra
percepción de la religión y cosmovisión moche. Ahora nos percatamos que
los ritos ceremoniales con sacerdotes y sacerdotisas vestidos con atavíos
suntuosos, eran parte de la vida real.
- La infinidad de objetos de origen serrano y amazónico
encontrados en las Tumbas de Sipán, nos evidencia una vez más que los
contactos entre estas regiones fueron fructíferas desde tiempos milenarios
a pesar de la diferencia de lenguas, que a simple percepción dificultarían
la comunicación entre pobladores de culturas distintas. Por lo tanto
habría un vínculo histórico y cultural transversal en la macro región
norte del Perú. Sumado a estos vínculos regionales, también hay que
manifestar los contactos internacionales, para la obtención de piedras
semipreciosas u objetos exóticos obtenidos probablemente de Ecuador,
Colombia, Chile y Bolivia.